La importancia de mantener la presión de los neumáticos
Mantener los niveles adecuados de presión de los neumáticos proporciona seguridad y rendimiento al andar. Además, beneficia a la economía de combustible y prolonga la vida útil del vehículo.
Te explicamos cómo medir la presión de tu vehículo y qué elementos son necesarios para hacerlo. También te contamos los riesgos asociados con el inflado excesivo de los neumáticos, y algunos métodos para mantener los niveles de aire dentro de los valores recomendados.
¿Cómo reviso la presión de los neumáticos?
Para revisar la presión de los neumáticos, te recomendamos:
- Usar un medidor de presión: es un dispositivo que analiza y lee la presión indicada. Compara el valor actual con el recomendado, indicando si hay que añadir o extraer el aire.
- Acudir a estaciones de servicio: en estos sitios es posible inflar o verificar la presión de los neumáticos. No obstante, debido a una mala calibración, sus medidores no siempre arrojan valores precisos.
- Hacer una revisión mensual: se recomienda realizar al menos una vez al mes y antes de viajes largos. La presión puede disminuir gradualmente con el tiempo, debido a fugas o cambios climáticos.
- Realizar una inspección visual: es útil una visión general en busca de signos de desgaste irregular o daños, lo que puede indicar problemas de alineación o suspensiones. Esta revisión ayuda a detectar problemas potenciales.
¿Cómo sé la presión de neumáticos adecuada para mi auto?
Este valor se puede encontrar en el manual de cada vehículo, pudiendo ser en la puerta, la misma llanta o el compartimiento del combustible.
Riesgos de una presión incorrecta en tus neumáticos
Dejar una cantidad de aire limitada en los neumáticos puede ser contraproducente, ya que se pueden ver afectados los siguientes puntos:
1. Resistencia
Los neumáticos se desgastan más fácilmente, y se produce una disminución en la eficiencia del combustible. Su resistencia disminuye en consecuencia, tanto por agregar mucha como poca cantidad de aire.
2. Aquaplaning
Se compromete la capacidad para evacuar agua, lo que produce un aumento en el riesgo de perder tracción y control en rutas mojadas. Se genera una capa de agua entre los neumáticos y la ruta, provocando una pérdida de control en el manejo.
3. Frenado
La superficie de contacto entre el vehículo y la carretera disminuye, prolongando la distancia para ejecutar un frenado de emergencia. De esta forma, es más grande la probabilidad de chocar o de sufrir lesiones tanto para el conductor como para los acompañantes.
4. Consumo de combustible
La falta de aire crea una mayor resistencia al rodar, causando que el motor trabaje más para mantener la velocidad. Esto produce un alto consumo de combustible para recorrer la misma distancia.
5. Absorción de baches
Si un neumático no posee la cantidad correcta de aire, puede verse dañada su capacidad de absorción de impactos contra baches u otras deformaciones que tengan las calles o rutas.
Si están desinflados, puede pasar que se deforme como consecuencia directa de los impactos, afectando a la misma llanta o la suspensión. Si tienen mucho aire, los impactos se sienten aún más, produciendo vibraciones y golpes.
¿Qué elementos se utilizan para medir la presión de los neumáticos?
El manómetro es el dispositivo más recomendado para medir la presión de los neumáticos. Se conecta al pitorro de la válvula y muestra los valores.
Es posible encontrar los siguientes tipos en el mercado:
- Digitales: tienen una pantalla digital que muestra la lectura de la presión con precisión. Son fáciles de leer y más precisos que los manómetros analógicos.
- Analógicos: incluyen una aguja que indica la presión en una escala graduada. Aunque pueden ser menos precisos que los digitales, todavía son eficaces para medir la presión de los neumáticos.
- De lápiz: son pequeños y portátiles. Tienen una construcción simple y pueden ser menos precisos que los otros, pero son más rápidos.
¿Qué prácticas se recomiendan para mantener la presión en los neumáticos?
Para lograr mantener la presión en los neumáticos se recomienda:
- Revisar el aire al menos una vez al mes y más en el caso de viajes largos. Esto es especialmente importante porque los cambios de temperatura u otras circunstancias pueden modificar la cantidad de aire.
- Utilizar un manómetro calibrado y en buen estado, para tener mediciones y resultados precisos.
- Consultar el manual del auto o la etiqueta con los valores predeterminados ubicada en la puerta o en el marco para conocer la presión recomendada por el fabricante.
- Medir la presión que tienen los neumáticos cuando están fríos para que las lecturas sean precisas. La fricción con el asfalto y la temperatura generada durante ese proceso pueden aumentar la presión, lo que resulta en lecturas incorrectas.
- Evitar inflar de más, porque esto puede afectar la estabilidad y el rendimiento al manejar. El resultado puede ser un desgaste irregular, reduciendo la tracción y comprometiendo la seguridad, especialmente en condiciones de lluvia o terrenos irregulares.
Más allá del método elegido, es de suma importancia seguir las recomendaciones de los fabricantes.
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